Iniciamos esta ruta en Baio desde donde tomando el paseo fluvial con dirección hacia la Carballeira Municipal. En este punto podremos observar las retorcidas formas que han tomado los troncos de estos árboles dándole un aire misterioso a este lugar. Esto no quita que también sea un lugar ideal para descansar. Emprendemos de nuevo el camino bordeando el río Grande por un tramo que nos permite observar la belleza paisajística de este entorno y contemplar las isletas rocosas del río, algunas unidas por pasarelas de madera.
El sendero da paso a un tramo asfaltado (por delante del instituto y hasta llegar al campo de fútbol) tras el cual encontraremos un molino que a día de hoy continúa en funcionamiento. Volvemos de nuevo a la carretera hasta llegar a la comarcal que une Baio y Zas. Cruzamos el río Grande y tras desviarnos a la derecha llegamos al área recreativa de Pedra Vixía. Ésta se sitúa en un lugar ocupado antiguamente por un aserradero. Es el punto adecuado para hacer una nueva parada y disfrutar de este lugar, en el que los puentes nos invitan a ser cruzados y el espacio a ser explorado. Si continuamos remontando el río nos encontraremos con varios saltos de agua y molinos hasta llegar a los restos pétreos de A Pedra Vixía. Un dolmen que marca el punto final de la ruta y desde donde podremos regresar a Baio realizando el recorrido a la inversa bordeando el río Grande.
Una ruta ideal para disfrutar de la naturaleza y el aire libre, del sonido del río y de sus puentes y pasarelas. No debes perderte el molino en funcionamiento en el área recreativa de Pedra Vixia.
Desde Bamio podemos explorar el territorio de Zas y proponemos descubrir los trabajos realizados por la asociación Amigos do Liño recuperando instrumentos, herramientas y vestimentas realizadas con este tejido. Si continuamos con ganas de caminar debemos realizar la recientemente homologada Ruta del Agua de Zas.
