Esta ruta de senderismo parte del centro de Ponteceso justo frente a la casa natal del poeta Eduardo Pondal, siguiendo la desembocadura del río Anllóns por el paseo fluvial y por el malecón de O Couto hasta la ensenada de A Insua.
Un primer tramo caminando en medio del estuario, un lugar de alto valor ecológico declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) de la Red Natura 2000.
Al final de las pasarelas del malecón podemos continuar bordeando la ensenada, donde encontraremos un observatorio ornitológico casi enfrente de la isla de Os Cagallóns o elegir una senda alternativa hasta la cumbre del Monte Blanco y disfrutar con sus amplias vistas sobre el estuario y el océano. Si decidimos realizar el recorrido de ida y vuelta, la subida al monte puede ser una buena opción para el regreso.
En la playa de Balarés encontramos una gran área recreativa a la sombra de un frondoso pinar. Un lugar ideal para descansar y, si hacemos el recorrido en verano, dejarse sorprender por el animado ambiente de su chiringuito. En esta playa se encontraba antiguamente una mina de titanio y era el punto de salida de wolframio procedente del cercano monte Neme.
La ruta continúa hacia la playa de A Ermida pasando antes por el monumento conocido como Pedra da Serpe. Bordeamos las playas de Osmo y A Arnela hasta el pueblo de Corme en donde se percibe su ambiente marinero y encontramos múltiples referencias a su producto estrella: el percebe.
Aunque estemos en el final de la ruta y podemos iniciar el camino de regreso hasta Pontedeume, tenemos la alternativa de realizar un último esfuerzo bordeando el mar hasta el cabo Roncudo. Un lugar emblemático en A Costa da Morte para ver donde crecen los percebes más afamados y comprobar la peligrosidad del oficio de los percebeiros. Una imagen espectacular de estos hombres, y algunas mujeres, de mar desafiando a los elementos.
Como complemento, y para acabar de descubrir más lugares de Ponteceso, podemos continuar explorando su costa hacia el norte: la ensenada de A Barda, el puerto de Santa Mariña con sus casetas de pescadores, la playa de Niñóns y el monte Faro. En este lugar, junto a la capilla de la virgen del mismo nombre, hay un monumento al Sagrado Corazón de Jesús de 39 m. de altura con una escalera interior de 133 escalones. Una vez arriba disfrutaremos de un momento cumbre en nuestra visita a Ponteceso con unas vistas espectaculares desde un lugar sorprendente.
