Se trata de una ruta sencilla, señalizada como PR-G 70 (sendero de pequeño recorrido), la cual recorre todo el litoral este de Monte Insua hasta el Faro de Laxe y hace el camino de vuelta a través de su cara oeste hasta rodear la montaña.
Con este recorrido podemos visitar algunos de los lugares más emblemáticos de Laxe a la vez que sentimos la fuerza del mar y los paisajes tan duros como hermosos de A Costa da Morte.
La ruta se inicia en el Paseo Marítimo de Laxe, donde podemos observar el panel informativo. De ahí nos desplazamos por el pueblo hasta la iglesia de Santa María de Atalaya, de estilo gótico marinero. Desde el pueblo emprendemos el camino al faro, haciendo una parada en el Mirador de la Insua, donde contemplamos el paisaje. Dejamos la carretera al faro para adentrarnos en el sendero que da la vuelta al Monte Insua, el cual nos lleva a la vieja cantera de la que se extrajo la roca para construir el puerto de Laxe.
Seguimos nuestro camino por el sendero señalizado hasta llegar a la Furna del Asno, en la que el mar rompe con gran fuerza en el acantilado. Continuamos el camino hasta llegar al punto más alto de la ruta, para a continuación ir perdiendo altura sobre los acantilados con dirección a Punta de Boi y Punta Insua.
Llegamos al faro, lugar en el que podemos hacer un descanso y deleitarnos con las hermosas vistas del Mirador del Faro de Laxe o de Punta Insua. En este lugar debemos detenernos a contemplar la escultura de “A espera”, un homenaje a todos los hombres del mar y a sus mujeres, que esperan impacientes su llegada a puerto.
Continuamos de nuevo por el sendero rodeando la vertiente oeste y bajando por un tramo por el que debemos extremar la precaución ya que es rocoso, sobre la Furna de la Espuma y la piedra de los enamorados. Un lugar donde encontramos declaraciones de amor esculpidas en la roca donde destaca la realizada por el geólogo Isidro Parga Pondal, sobrino nieto del poeta Eduardo Pondal.
Tras pasar por Baleeira llegamos a uno de los lugares más conocidos de Laxe: la playa de los cristales. Aquí podemos sorprendernos con los reflejos y el colorido de los miles de cristales pulidos que conforman la playa, pero debemos tener presente la necesidad de respetar el lugar y no meter ninguno en el bolsillo.
Desde este punto, y pasando por el original cementerio, volvemos de nuevo al cruce del Mirador de la Insua y al centro de Laxe.
Finalizamos la ruta paseando por el paseo y playa de Laxe donde los más veteranos reconocerán el famoso “Portozás” de la serie de la TVG Mareas Vivas. Tanto la playa de Laxe como la cercana de Soesto son ideales para completar la jornada, así como visitar y observar el complejo y las aves acuáticas que anidan en la laguna de Traba.
