En esta experiencia descubriremos fortalezas medievales, faros que alumbran este finis terrae, un rico patrimonio industrial, singulares construcciones como los hórreos de Carnota y Lira y mágicos reductos de naturaleza autóctona.
Te invito a acompañarme hasta Fisterra, un lugar especial por ser el final del único de los Caminos de Santiago que no termina en Compostela. Enclave de gran valor simbólico, vinculado a ritos de purificación, muerte y resurrección, en Fisterra encontraremos la potente luz de su faro, que no es la única que señaliza la ría de Corcubión: el faro de Cabo Cee es otro punto imprescindible de la ruta que te propongo.
En nuestro recorrido no nos apartaremos del mar, pues de él dependen numerosos atractivos de la zona: la lonja turística de Fisterra, el Conjunto Histórico-Artístico de Corcubión, las Playas de Lagosteira y Sardiñeiro y varias fortificaciones construidas para defender la ría: el Castillo de San Carlos y el sistema defensivo compuesto por el Castillo do Cardeal y Castillo del Príncipe.
Pero si te quieres empapar de la naturaleza más singular y auténtica de la Costa da Morte, te llevaré a conocer la magia del Monte Pindo, conocido como el Olimpo Celta, y a la impresionante Fervenza do Ézaro, la única catarata de Europa que desemboca directamente en el mar. Si quieres conocer más sobre estos dos entornos, siempre podemos hacer un hueco para acercarnos hasta el Centro de Interpretación de rutas Monte Pindo e Fervenza do Ézaro, en Dumbría.